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miércoles, 18 de enero de 2012

VICENTE ALEIXANDRE ESPADAS COMO LABIOS BIBLIOTECA AUPA del taller de poesía



                                        Vicente Aleixandre
Espadas como labios


I
A DÁMASO ALONSO


What is a poet? What is he worth?
What does he do? He is a babbler.
LORD BYRON

MI VOZ

He nacido una noche de verano
entre dos pausas Háblame te escucho
He nacido Si vieras qué agonía
representa la luna sin esfuerzo
He nacido Tu nombre era la dicha
Bajo un fulgor una esperanza un ave
Llegar llegar El mar era un latido
el hueco de una mano una medalla tibia
Entonces son posibles ya las luces las caricias la piel el horizonte
ese decir palabras sin sentido
que ruedan como oídos caracoles
como un lóbulo abierto que amanece
(escucha escucha) entre la luz pisada

LA PALABRA

 Esas risas esos otros cuchillos esa delicadísima penumbra
Abre las puertas todas
Aquí al oído voy a decir
(Mi boca suelta humo)
Voy a decir
(Metales sin saliva)
Voy a hablarte muy bajo
Pero estas dulces bolas de cristal
estas cabecitas de niño que trituro
pero esta pena chica que me impregna
hasta hacerme tan negro como un ala
Me arrastro sin sonido
Escúchame muy pronto
En este dulce hoyo no me duermo
Mi brazo qué espesura
Este monte que aduzco en esta mano
este diente olvidado que tiene su último brillo
bajo la piedra caliente
bajo el pecho que duerme
Este calor que aún queda mira ¿lo ves? allá más lejos
en el primer pulgar de un pie perdido
adonde no llegarán nunca tus besos
Escúchame Más más
Aquí en el fondo hecho un caracol pequeñísimo
convertido en una sonrisa arrollada
todavía soy capaz de pronunciar el nombre
de dar sangre
Y...
Silencio
Esta música nace de tus senos
No me engañas
aunque tomes la forma de un delantal ondulado
aunque tu cabellera grite el nombre de todos los horizontes
Pese a este sol que pesa sobre mis coyunturas más graves

Pero tápame pronto
Echa tierra en el hoyo
que no te olvides de mi número
que sepas que mi madera es carne
que mi voz no es la tuya
y que cuando solloces tu garganta
sepa distinguir todavía
mi beso de tu esfuerzo
por pronunciar los nombres con mi lengua

Porque yo voy a decirte todavía
porque tú pisas caracoles
que aguardaban oyendo mis dos labios


PARTIDA

 Aquí los cantos los grupos las figuras
oh cabezas yo os amo bajo el sueño
Aquí los horizontes por cinturas
oh caricias qué llano el mundo ha sido
Entre helechos gargantas o espesura
entre zumo de sueño o entre estrellas
pisar es zozobrar los corazones
(borda de miel) es tacto derramado

Esa ladera oculta
esa montaña inmensa
acaso el corazón está creciendo
acaso se ha escapado como un ave
dejando lejanía como un beso

X
 He acudido Dos clavos están solos
punta a punta. Caricia yo te amo
Bajo tierra los besos no esperados
ese silencio que es carbón, no llama.
Arder como una gruta entre las manos
Morir sin horizonte por palabras
oyendo que nos llaman con los pelos
  

CIRCUITO

 Ntalgia de la mar
Sirenas de la mar que por las playas
quedan de noche cuando el mar se marcha
Llanto llanto dureza de la luna
insensible a las flechas desnudadas.
Quiero tu amor amor sirenas vírgenes
que ensartan en sus dedos las gargantas
que bordean el mundo con sus besos
secos al sol que borra labios húmedos.
Yo no quiero la sangre ni su espejo
ignoro si la tierra es verde o roja
si la roca ha flotado sobre el agua.
Por mis venas no nombres no agonía
sino cabellos núbiles circulan

 YA ES TARDE

 Viniera yo como el silencio cauto
(No sé quién era aquel que lo decía)
Bajo luna de nácares o fuego
bajo la inmensa llama o en el fondo del frío
en ese ojo profundo que vigila
para evitar los labios cuando queman
Quiero acertar quiero decir que siempre
que sobre el monte en cruz vendo la vida
vendo ese azar que suple las miradas
ignorando que el rosa ha muerto siempre


MEMORIA

 Un bosque de veleros
Te he preguntado si vivías
El viaje si vieras qué lisura
sobre el brazo lejísimos al frente
Horizonte horizonte
Te he mentido
porque hay curvas Muchas
Escúchame Mi nombre es azucena
No humedezco los dientes que pronuncian
aunque un viento de luz cierre los ojos
roce la delgadez que los defiende
Escucha escucha Soy la luz perdida
que lapidan las aguas en el fondo
Soy tu memoria muerta por los trópicos
donde peces de acero sólido te imitan

SILENCIO

 Bajo el sollozo un jardín no mojado
Oh pájaros los cantos los plumajes
Esta lírica mano azul sin sueño.
Del tamaño de un ave unos labios. No escucho
El paisaje es la risa. Dos cinturas amándose.
Los árboles en sombra segregan voz Silencio
Así repaso niebla o plata dura
beso en la frente lírica agua sola
agua de nieve corazón o urna
vaticinio de besos ¡oh cabida!
donde ya mis oídos no escucharon
los pasos en la arena o luz o sombra
  

SÚPLICA

 Delgadas lenguas cabelleras rubias
ninfas o peces ríos y la aurora
Sobre el nivel del aire bandas lucen
pájaros plumas nácares o sueño
¡Risa!
Cien fuerzas cien estelas cien latidos
un mundo entre las manos o la frente
una senda o jirafas de blancura
un oriente de perlas sobre el labio
todo un sentir a ritmo azul el' cielo

Dicha dicha navío por el brazo
por la más difícil coyuntura
por donde si aplicamos el oído
se oye el rumor de la caricia extrema
Un dolor muy pequeño si es que existe
es una niña o papel casi traslúcido
pueden verse las venas y el dibujo
pueden verse los besos no emergidos

Ríos peces estrellas puntas ansia
todo transcurre -mármol y sonidos­
sordas esteras pasan clausurando
esa delgada voz de corazones

NACIMIENTO ÚLTIMO

 Para final esta actitud alerta
Alerta alerta alerta
Estoy despierto o hermoso Soy el sol o la respuesta
Soy esa tierra alegre que no regatea su reflejo
Cuando nace el día se oyen pregones o júbilos
Insensato el abismo ha insistido toda la noche
Pero esta alegre compañía del aire
esta iluminación de recuerdos que se ha iluminado como una atmósfera
ha permitido respirar a los bichitos más miserables
a las mismas moléculas convertidas en luz o en huellas de las pisadas
A mi paso he cantado porque he dominado el hori­zonte
Porque por encima de él -más lejos más porque yo soy altísimo­
he visto el mar la mar los mares los no-límites
Soy alto como una juventud que no cesa
¿Adónde vá a llegar esa cabeza que ha roto ya tres mil vidrios
esos techos innúmeros que olvidan que fueron carne para convertirse en sordera?
¿Hacia qué cielos o qué suelos van esos ojos no pisados
que tienen como yemas una fecundidad invisible?
¿Hacia qué lutos o desórdenes se hunden ciegas abajo esas manos abandonadas?
¿Qué nubes o qué palmas qué besos o siemprevivas
buscan esa frente esos ojos ese sueño
ese crecimiento que acabará como una muerte recien­-nacida?

II
A FEDERICO GARCÍA LORCA

EL VALS

Eres hermosa como la piedra
oh difunta
oh viva oh viva eres dichosa como la nave
Esta orquesta que agita
mis cuidados como una negligencia
como un elegante biendecir de buen tono
ignora el vello de los pubis
ignora la risa que sale del esternón como una gran batuta
Unas olas de afrecho
un poco de serrín en los ojos
o si acaso en las sienes
o acaso adornado las cabelleras
Unas faldas largas hechas de colas de cocodrilos
Unas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejos
Todo lo que está suficientemente visto
no puede sorprender a nadie
Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima
disimulando la humedad a fuerza de abanico insis­tente
Y los caballeros abandonados de sus traseros
quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes
Pero el vals ha llegado
Es una playa sin ondas
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas
Es todo lo revuelto que arriba

Pechos exuberantes en bandeja en los brazos
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos
una languidez que revierte
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»
un dulce sí de cristal pintado de verde

Un polvillo de azúcar sobre las frentes
dá una blancura cándida a las palabras limadas
y las manos se acortan más redondeadas que nunca
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido

Las cabezas son nubes la música es una larga goma
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre
en un licor si blanco que sabe a memoria o a cita

Adiós adiós esmeralda amatista o misterio
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben

Es el instante el momento de decir la palabra que estalla
el momento en que los vestidos se convertirán en aves
las ventanas en gritos
las luces en socorro
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo


EN EL FONDO DEL POZO

Allá en el fondo del pozo donde las florecillas
donde las lindas margaritas no vacilan
donde no hay viento o perfume de hombre
donde jamás el mar impone su amenaza
allí allí está quedo ese silencio
hecho como un rumor ahogado con un puño

Si una abeja si un ave voladora
si ese error que no se espera nunca
se produce
el frío permanece
El sueño en vertical hundió la tierra
y ya el aire está libre

Acaso una voz una mano ya suelta
un impulso hacia arriba aspira a luna
a calma a tibieza a ese veneno
de una almohada en la boca que se ahoga

¡Pero dormir es tan sereno siempre!
Sobre el frío sobre el hielo sobre una sombra de mejilla
sobre una palabra yerta y más ya ida
sobre la misma tierra siempre virgen

Una tabla en el fondo oh pozo innúmero
esa lisura ilustre que comprueba
que una espalda es contacto es frío seco,
es sueño siempre aunque la frente esté cerrada

Pueden pasar ya nubes Nadie sabe.
Ese clamor ¿Existen las campanas?
Recuerdo que el color blanco o las formas
recuerdo que los labios sí hasta hablaban

Era el tiempo caliente -Luz inmólame­-
Era entonces cuando el relámpago de pronto
quedaba suspendido hecho de hierro
Tiempo de los suspiros o de adórame
cuando nunca las aves perdían plumas

Tiempo de suavidad y permanencia
Los galopes no daban en el pecho
no quedaban los cascos, no eran cera
Las lágrimas rodaban como besos
Y en el oído el eco era ya sólido

Así la eternidad era el minuto
El tiempo sólo una tremenda mano
sobre el cabello largo detenida
Oh sí, en este hondo silencio o humedades
bajo las siete capas de cielo azul yo ignoro
la música cuajada en hielo súbito
la garganta que se derrumba sobre los ojos
la íntima onda que se anega sobre los labios
Dormido como una tela
siento crecer la hierba el verde suave
que inútilmente aguarda ser curvado
Una mano de acero sobre el césped
un corazón un juguete olvidado
un resorte una lima un beso un vidrio

Una flor de metal que así impasible
chupa de tierra un silencio o memoria

 TORO

Esa mentira o casta
aquí mastines pronto paloma vuela salta toro
toro de luna o miel que no despega
aquí pronto escapad escapad sólo quiero
sólo quiero los bordes de la lucha

Oh tú toro hermosísimo piel sorprendida
ciega suavidad como un mar hacia adentro
quietud caricia toro toro de cien poderes
frente a un bosque parado de espanto al borde

Toro o mundo que no
que no muge. Silencio
vastedad de esta hora Cuerno o cielo ostentoso
toro negro que aguanta caricia seda mano
Ternura delicada sobre una piel de mar
mar brillante y caliente anca pujante y dulce
abandono asombroso del bulto que deshace
sus fuerzas casi cósmicas como leche de estrellas

Mano inmensa que cubre celeste toro en tierra

RESACA

 Un alma un velo o un suspiro
un rápido paso camino de la luz
un entrever difuso (luz espérame)
esa esperanza ahogada por la prisa

Este ancho mar permite la clara voz nacida
la desplegada vela verde
ese batir de espumas a infinito
a la abierta envergadura de los dos brazos distantes

Oh horizonte de viento quieto lejanía
Sospechas de dos mariposas de virgen
aquí donde las ondas son kilómetros

Una dulce cabeza una flor de carbón navegan solas
Solo faltaría una pluma una pluma compuesta
hecha de dedos ciegos
de abandonados ya propósitos de anteayer distante

Así para tocarse para comprobar la frente o el cuello
la carencia de sangre
ese reflejo verde parado por las venas
mientras cercados por la densa ojera
están hundidos dos besos morados

La flor en el agua no es un gemido
No quemada no ardida boga callando
reservando su perfume implacable
para correr como loco por las arterias ausentes

La embriaguez de entonces, la belleza serena
la voz naciente
el mundo que adviene
abrázame mientras tanto
que al fin me entere yo cómo sabe una piel que sorprende

Quién sabe si estas dos manos
dos montañas de pronto
podrán acariciar la minúscula pulpa
o ese dientecillo que sólo puede tocarse con la yema

Si abandono mi mano sobre tu pecho
oh no mueras como un suspiro aplastado
no disimules tu calidad de onda al fin opresa
Pervive oh mía aquí sobre la playa ahora en fin que no vivo
que puedo tenderme en forma de espuma y bañar unos pies no presentes
para retirarme a mi seno donde extremos navegan
  

EL MÁS BELLO AMOR

 Anteayer distante
Un día muy remoto
me encontré con el vidrio nunca visto
con una mariposa de lengua
con esa vibración escapada de donde estaba bien sujeta

Yo había llorado diez siglos
como diez gotas fundidas
y me había sentido con la belleza de lo intranscurrido
contemplando la velocidad del expreso

Pero comprendí que todo era falso
Falsa la forma de la vaca que sueña
con ser una linda doncellita incipiente
Falso lo del falso profesor que ha esperado
al cabo comprender su desnudo
Falsa hasta la sencilla manera con que las muchachas
cuelgan de noche sus pechos que no están tocados
Pero me encontré un tiburón en forma de cariño
no no: en forma de tiburón amado
escualo limpio, corazón extensible, ardor o crimen
deliciosa posesión que consiste en el mar
Nubes atormentadas al cabo convertidas en mejillas

Tempestades hechas azul sobre el que fatigarse que­riéndose
dulce abrazo viscoso de lo más grande y más negro
esa forma imperiosa que sabe a resbaladizo infinito

Así sin acabarse mudo ese acoplamiento sangriento
respirando sobre todo una tinta espesa
los besos son las manchas las extensibles manchas
que no me podrán arrancar las manos más delicadas

Una boca imponente como una fruta bestial
como un puñal que de la arena amenaza el amor
un mordisco que abarcase toda el agua o la noche
un nombre que resuena como un bramido rodante
todo lo que musitan unos labios que adoro

Dime dime el secreto de tu dulzura esperada
de esa piel que reserva su verdad como sístole
duérmete entre mis brazos como una nuez vencida
como un mínimo ser que olvida sus cataclismos

Tú eres un punto sólo una coma o pestaña
eres el mayor monstruo del océano único
eres esa montaña que navegando ocupa
el fondo de los mares como un corazón desbordante

Te penetro callando mientras grito o desgarro
mientras mis alaridos hacen música o sueño
porque beso murallas las que nunca tendrán ojos
y beso esa yema fácil sensible como la pluma

La verdad la verdad la verdad es ésta que digo
esa inmensa pistola que yace sobre el camino
ese silencio -el mismo- que finalmente queda
cuando con una escoba primera aparto los senderos

POEMA DE AMOR

 Te amo sueño del viento
confluyes con mis dedos olvidado del norte
en las dulces mañanas del mundo cabeza abajo
cuando es fácil sonreir porque la lluvia es blanda

En el seno de un río viajar es delicia
oh peces amigos decidme el secreto de los ojos abiertos
de las miradas mías que van a dar en la mar
sosteniendo las quillas de los barcos lejanos

Yo os amo -viajadores del mundo- los que dormís sobre el agua
hombres que van a América en busca de sus vestidos
los que dejan en la playa su desnudez dolida
y sobre las cubiertas del barco atraen el rayo de la luna

Caminar esperando es risueño es hermoso
la plata y el oro no han cambiado de fondo
botan sobre las ondas sobre el lomo escamado
y hacen música o sueño para los pelos más rubios

Por el fondo de un río mi deseo se marcha
de los pueblos innúmeros que he tenido en las yemas
esas obscuridades que vestido de negro
he dejado ya lejos dibujadas en espalda

La esperanza es la tierra es la mejilla
es un inmenso párpado donde yo sé que existo
¿Te acuerdas? Para el mundo he nacido una noche
en que era suma y resta la clave de los sueños

Peces árboles piedras corazones medallas
sobre vuestras concéntricas ondas -sí- detenidas
yo me muevo y si giro me busco oh centro oh centro
camino -viajadores del mundo- del futuro existente
más allá de los mares en mis pulsos que laten

MUÑECAS

 Un coro de muñecas
cartón amable para unos labios míos
cartón de luna o tierra acariciada
muñecas como liras
a un viento acero que no -apenas si las toca

Muchachas con un pecho
donde élitros de bronce
diente fortuito o sed bajo lo obscuro
muerde -escarabajo fino
lentitud goteada por una piel sedeña

Un coro de muñecas
cantando con los codos
midiendo dulcemente los extremos
sentado sobre un niño
boca humedad lasciva casi pólvora
carne rota en pedazos como herrumbre

Boca boca de fango
amor flor detenida viva abierta
boca boca nenúfar
sangre amarilla o casta por los aires

Muchachas delantales
carne madera o liquen
musgo frío del vientre sosegado
respirando ese beso ambiguo o verde

Mar mar dolorido o cárdeno
flanco de virgen duda inanimada
Gigantes de placer que sin cabeza
soles radiantes sienten sobre el hombro

ACABA

 En volandas
como si no existiera el avispero
aquí me tienes con los ojos desnudos
ignorando las piedras que lastiman
ignorando la misma suavidad de la muerte

¿Te acuerdas? He vivido dos siglos dos minutos
sobre un pecho latiente
he visto golondrinas de plomo triste anidadas en ojos
y una mejilla rota por una letra
La soledad de lo inmenso mientras medía la capaci­dad de una gota

Hecho pura memoria
hecho aliento de pájaro
he volado sobre los amaneceres espinosos
sobre lo que no puede tocarse con las manos

Un gris un polvo gris parado impediría siempre el beso sobre la tierra
sobre la única desnudez que yo amo
y de mi tos caída como una pieza
no se esperaría un latido sino un adiós yacente
Lo yacente no sabe
Se pueden tener brazos abandonados
Se pueden tener unos oídos pálidos
que no se apliquen a la corteza ya muda
Se puede aplicar la boca a lo irremediable
Se puede sollozar sobre el mundo ignorante

Como una nube silenciosa yo me elevaré de mí mismo
Escúchame Soy la avispa imprevista
Soy esa elevación a lo alto
que como un ojo herido
se va a clavar en el azul indefenso
Soy esa previsión triste de no ignorar todas las venas
de saber cuándo cuándo la sangre pasa por el corazón
y cuándo la sonrisa se entreabre estriada

Todos los aires azules
No
Todos los aguijones dulces que salen de las manos
todo ese afán de cerrar párpados de echar obscuridad o sueño
de soplar un olvido sobre las frentes cargadas
de convertirlo todo en un lienzo sin sonido

me transforma en la pura brisa de la hora
en ese rostro azul que no piensa
en la sonrisa de la piedra
en el agua que junta los brazos mudamente
En ese instante último en que todo lo uniforme pronuncia la palabra:
ACABA

 POR ÚLTIMO

 Voy a cantar doblando
canto con todo el cuerpo
por levantar montañas dominadas
por sonreir cuando la luna puede

Soy dicen un jardín cultivado
una masa de sueño no exprimido
esa esperanza amada por lo próspero
todo lo que se nombra o sonríe

Así alejar un brazo como designio
dejar que vaya lejos como no nuestro
que compruebe el poniente o el dolor
esos temores últimos tangibles

La lontananza es una canción distraída
mientras yo estoy besándote qué importa
que allí por los finales extinguiéndose
cinco diez treinta luces se quedan mudas

Tamborilear unos dedos remotos.
Que esa funesta sombra no acaricie
que sí compruebe la veracidad de occidente
o la de nuestras carnes ya mortales

Que yo aquí tenga la frente como un árbol
que yo mismo me asuste No no quiero
quiero besar como el jilguero pálido
como la cera en que está convertido

Quiero un bosque una luna quiero todo
¿me entiendes? todo todo hasta lo horrible
esos cabellos de saliva extensa

Pero allí allí allí lo remoto
ese aroma que nace de la masa
esa flor que hacia abajo busca el cielo
o el rostro contraído en el contacto

No aquí Aquí está tendido lo más fácil
voy a inventar un cuento o una espuma
aquí están las miradas o las aguas

Dulces corrientes fáciles promesas
un rasguear de pérdidas o añoros
una alabanza que se escucha y gusta
lo mismo que una cara que se borra

Yo aspiro a lo blanco o la pared ¿quién sabe?
Aspiro a mí o a ti o a lo llorado
aspiro a un eso que se va perdiéndose
como diez dedos humo o lo ya atónito

Lejos veo el camino o el desprecio
ese desdén ceñido por la prisa
que se evade si acaso como pájaro
como si nada ya valiese el vuelo

Nardo jazmín o lúcidos rencores
Luna mordiente o tálamo escupido
todo es carbón que duele y que solloza
sobre lo falso vegetal que existe

III
A MANUEL ALTOLAGUIRRE

VERDAD SIEMPRE

Sí sí es verdad es la única verdad
ojos entreabiertos luz nacida
pensamiento o sollozo clave o alma
este velar este aprender la dicha
este saber que el día no es espina
sino verdad oh suavidad Te quiero
Escúchame Cuando el silencio no existía
cuando tú eras ya cuerpo y yo la muerte
entonces cuando el día

Noche bondad oh lucha noche noche
Bajo clamor o senos Bajo azúcar
entre dolor o sólo la saliva
allí entre la mentira sí esperada
noche noche lo ardiente o el desierto


SIEMPRE

 Estoy solo Las ondas playa escúchame
De frente los delfines o la espada
La certeza de siempre los no-límites
Esta tierna cabeza no amarilla
esta piedra de carne que solloza
Arena arena tu clamor es mío
Por mi sombra no existes como seno
no finjas que las velas que la brisa
que un aquilón un viento furibundo
vá a empujar tu sonrisa hasta la espuma
robándole a la sangre sus navíos

Amor amor detén tu planta impura


MADRE MADRE

 La tristeza u hoyo en la tierra
dulcemente cavado a fuerza de palabra
a fuerza de pensar en el mar
donde a merced de las ondas bogan lanchas ligeras

Ligeras como pájaros núbiles
amorosas como guarismos
como ese afán postrero de besar a la orilla
o estampa dolorida de uno solo o pie errado

La tristeza como un pozo en el agua
pozo seco que ahonda el respiro de arena
pozo. -Madre ¿me escuchas? eres un dulce espejo
donde una gaviota siente calor o pluma

Madre madre te llamo
espejo mío silente
dulce sonrisa abierta como un vidrio cortado
Madre madre esta herida esta mano tocada,
madre, en un pozo abierto en el pecho o extravío

La tristeza no siempre acaba en una flor
ni esta puede crecer hasta alcanzar el aire
surtir. -Madre ¿me escuchas? Soy yo que como alambre
tengo mi corazón amoroso aquí afuera


DESIERTO

 Lumen lumen Me llega cuando nacen
luces o sombra revelación Viva
Ese camino esa ilusión es neta
Presión que sueña que la muerte miente
Muerte oh vida te adoro por espanto
porque existes en forma de culata
Donde no se respira. El frío sueña
con estampido-eternidad La vida
es un instante
justo para decir María Silencio
una blancura un rojo que no nace
ese roce de besos bajo el agua
Una orilla impasible donde rompen
cuerpos u ondas mares, o la frente.


PALABRAS

 Pero no importa que todo esté tranquilo
(La palabra esa lana marchita)
flor tú muchacha casi desnuda viva viva
(la palabra esa arena machacada)
muchacha con tu sombra qué dulce lucha
como una miel fugaz que casi muestras bordes
(La palabra la palabra la palabra qué torpe vientre hinchado)
Muchacha te has marchado de espuma delicada

Papel Lengua de luto Amenaza Pudridero
palabras palabras palabras palabras
Iracundia Bestial Torpeza Amarillez
palabras contra el vientre o muslos sucias
No me esperes ladina nave débil
débil rostro ladeado que repasas
sobre un mar de nácar sostenido por manos
nave papel o luto borde o vientre
palabra que se pierde como arena


REPOSO

 Una tristeza del tamaño de un pájaro
Un aro limpio una oquedad un siglo
Este pasar despacio sin sonido
esperando el gemido de lo obscuro
Oh tú mármol de carne soberana
Resplandor que traspasas los encantos
partiendo en dos la piedra derribada
Oh sangre oh sangre oh ese reloj que pulsa
los cardos cuando crecen cuando arañan
las gargantas partidas por el beso

Oh esa luz sin espinas que acaricia
la postrer ignorancia que es la muerte
  

IDA

 Duerme muchacha
Lágrimas de plomo
ese jardín que dulcemente oculta
el tigre y el luzbel
y el rojo no domado
Duerme mientras manos de seda
mientras paño o aroma
mientras caídas luces que resbalan
tiernamente comprueban la vastedad del seno
el buen amor que sube y baja a sangre

Amor
Como esa maravilla
como ese blanco ser que entre flores bajas
enreda su mirada o su tristeza
el paisaje secunda el respirar con pausa
el verde duele el ocre es amarillo
el agua que cantando se aproxima
en silencio se marcha hacia lo obscuro

Amor
como la ida
como el vacío tenue que no besa

SIN RUIDO

 Yo no sé si me has comprendido
Es mucho más triste de lo que tú supones
Esta música sapiencia del oído
no me interrumpas sin amor que muero
voy a vivir no cantes voy estaba
Una lámina fina de quietud
Así se sabe que la idea es carne
una gota de sangre sobre el césped
No respiréis no mancho con mi sombra
Un navío me voy adiós el cielo
Hielo de sangre sangre que soporta
Nave de albura. Adiós. Viaje. Extinguido.

 SON CAMPANAS

Corazón estriado
bajo campanas muertas pide altura
Campanas son campanas
son latidos ocultos de un giro que no llega

El pueblo en lontananza
del tamaño de un ojo entornado
yace en verde sin respirar aún
medio camino o brazo tibio al beso

Campanas de la dicha
de una sed de espiral donde un grito mudo
del tamaño de un niño moribundo
no acaba de caer como nieve a los hombros

Blandura de un paisaje de suspiros
por el que andar no cuesta aunque ese mar se altera
al respirar despacio una tristeza o lámina comida

Mientras suenan campanas
como zapatos tibios
descabalados en la tarde suave
mejilla son que pide ser pisada
mientras suspira un alba aún bajo tierra
  

INSTANTE

 Mira mis ojos Vencen el sonido
Escucha mi dolor como una luna
Así rondando plata en tu garganta
duerme o duele
O se ignora
O se disuelve
Forma. Clamor. Oh cállate. Soy eso
Soy pensamiento o noche contenida

Bajo tu piel un sueño no se marcha
un paisaje de corzas suspendido


TEMPESTAD ARRIBA

 Remota sensación de tempestades
sedosa exploración la ternura
rompe telillas de arañas mientras el rayo
busca cabellos lúcidos por los que descargar de sí mismo

Pero aquí abajo la seda es roposo
suavidad entretiempo palabra entre dos labios
puede el rayo ser acaso esqueleto
pero la carne mórbida es una lancha amable

Abajo aquí adónde bogando entre dos ruidos
sin reparar en el granillo de arena
en ese dolor de la vista que mira a poniente
escocido y presintiendo el mar que aspira

La luz fría
he dicho un reloj o majestad pausada
he dicho un ramo de violetas o de trenzas
he dicho lo que vengo diciendo he dicho un filo
sobre el que dormir con riesgo

Mantas con alas se van desnudo frío
se van y tiran de las flores
arriba ya nubes sin aroma desfilan ya cristal
flores de piso huídas pies desnudos

 EL FRÍO

La inocencia reclama su candor
(bajo un monte una luna o lo esperado)
la inocencia está muda pez aguárdame
aquí en esta muralla están las letras
Acariciar unos senos de nácar
una caja respira y duele todo
acariciar esta oculta ceniza
bajo carmín tus labios suspirando
No se evaden las almas como pliegos
ese papel doblado por los bordes
por lo que más duele si sonríen
cuando la luz escapa sin notarse
  

RÍO

 El breve tránsito de la lucha
la llanura o la aspereza insólita
esa muchacha recogida en dos golfos
todo lo que extendido medita

permite un azul distante hecho de música o lino
el tránsito otra vez a esas bolas de paño
a esa dulce sensación de que el respiro se acaba
de que vidrieras sordas van a empezar su centelleo
y un agua casi doncella te va a llegar hasta los labios

Así la muerte es flotar sobre un recuerdo no vida
sobre ese azul postrero hecho de lágrimas oídas
de ese laberinto de hilos que como manos muertas
ponen una azucena como un mundo ciñendo

IV

A LUIS CERNUDA


SALÓN

Un pájaro de papel
y una pluma encarnada
y una furia de seda
y una paloma blanca

Todo un ramo de mirtos
o de sombras coloreadas
un mármol con latidos
y un amor que se avanza

Un vaivén obsequioso
de momentos o pausas
un salón de walkyrias
o de damas desmayadas

Una música o nardo
o unas telas de araña
un jarrón de cansancios
y de polvos o nácar

Todo dulce y dolido
todo de carne blanca
amarillez y ojera
y pábilo y estancia

Amor vueltas caídas
mariposas miradas
sonrisas como alambres
donde la cera canta

pájaros caja música
mangas vuelos y danza
con los pechos sonando
bajo las llamas pálidas

Cinturas o saliva
hilos de finas platas
besos por los dorados
limones que colgaban

Tú, calor que ascendiendo
chocas carnes de lata
pones besos o líquenes
por humedades bajas

llevas vientres o conchas
o perezosas barcas
y axilas como rosas
sueltas de madrugada

misterios de mejillas
a la deriva amadas
y oídos y cabello
desmayos voces bajas...

Golfo ancho detenido
junto a la orilla baja
salón de musgo y luna
donde el amor es alga
donde los trajes húmedos
son piel que no se arranca
cuando entre polka y brisa
despunta lacia el alba
  

SUICIDIO

 Carne de cristal triste intangible a las masas
Un farol que reluce como un seno mentido
Aquí junto a la luna mi voz es verdadera
Escúchame callando aunque el puñal te ahogue

Yo era aquel muchacho que un día
saliendo del fondo de sus ojos
buscó los peces verdaderos
que no podía ver por sus manos

Manos de ocho montañas
confabulación de la piedra
dolor de sangre en risco
insensible a los dientes

Bajo las estrellas de punta
hay gritos que se avecinan
Bajo mi corazón de resorte
lenguas mudas estallan

Abridme el mundo abridme
quiero iluminar sólo un beso
unos labios que irritan
árboles despiadados

Están colgadas piernas
anidadas de pájaros
Se ven extraños puentes
que enlazan los dos muslos

Un calambre expirando
dice su voz insólita
y los pies por los troncos
aspiran a la copa

Luces por las axilas luces
luces en forma de tobillos
y esa cintura estrecha
que traspasó la luna

Los ojos son caricias del viento
son un dolor que va a olvidarse pronto
en cuanto los cabellos sepan hablar despacio
ahora que caen sobre los oídos últimos

Corazones con alas codos núbiles
esa opresión que dulcemente mueve
una música nacida de la espalda
La ignorancia es el roce de los pechos nacidos

Oh mares que no existen bajo toda raiz
árboles sustentados sobre bocas que laten
ojos que se avecinan al cielo cuando baja
cuando sobre las frentes las ideas son dedos

Sangre en los peñascales sangre por los espantos
ramas que de los pulsos crecen hasta las voces
cuerpo que pende al viento ya sin limitaciones
herido por las lenguas que chupan sus hormigas

 LIBERTAD

Esa mano caída del occidente
de la última floración del verano
arriba lentamente a los corazones
sencillamente como la misma primavera

Las mismas bocas más frutales
la tierna carne del melocotón
el color blanco o rosa
el murmullo de las flores tranquilas
todo presiente la evaporación de la nube
el cielo raso como un diente duro
la firmeza sin talla brilladora y amante

El aroma el no esfuerzo para perdurar
para ascender
para perderse en el deseo alto pero lograble
todo esto está dichosamente presidido por el mediodía
por lo radioso sin fin que abarca al mundo como un amor

Una inmensa mariposa de brillos
un respirar batiente que pasa sin recelos
dadivoso de dichas perfectamente compartidas
va y viene en forma de belleza en forma de transcurso
haciendo al tiempo justamente un instante a vista de pájaro

Ni palmas ni brillos ni mucho menos ya primores
Sino lo liso lo raso lo tenso y lo infatigable
Esa senda hecha para la planta de oro
también para los labios
para recorrerla despacio
para ir diciendo los nombres o los horizontes
para que todo lo más en un momento de desfalleci­miento se pueda uno convertir en río

No pido despacio o de prisa
no pido más que libertad
Pido que todós vayan allá más lejos
y allá me esperen mucho tiempo
hasta que troncos lisos sin pavor den señas de su existencia

Porque yo soy escéptico
La libertad en fin para mí acaso consiste en una gamuza
en esa facilidad de abrillantar los dientes
de responder con mi propio reflejo a las ya luces extinguidas
Pido señales o pido indiferencia
Se me puede creer si digo que a veces un brazo pesa más que otro astro
que un párpado de espuma respira quietamente pero que nunca accederá a dormir
[en nuestro seno

Pido sobre todo no lamentos no salutaciones o visos
que todo pase como debe
Fila infinita de tormento olvidado que duele
preocupado únicamente de no ver mojado su zapato por esa espuma negra

PLAYA IGNORANTE

 rar sin música en el mar vengo del mundo
del mundo o del agotamiento
No pido espinas ni firmeza arenas ignoradme
Vengo soltando música por los talones verdes
algas del mar no agitéis vuestros odios
no adormezcáis la onda hecha un lecho de luna
donde yo me distienda olvidando mi peso

Combatido por la más pura batalla de las uñas
entre un remolino de pelos que me quiere alzar hasta un ojo divino
no busco cielos ni turquesas ni esa rotundidad invio­lable
contra la que nada puede el alto grito

Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

Oh mares que se suceden contra mi cuerpo inmovible
peces espadas y ojos que queman bajo las aguas
si canto pareceré la marea esperada
y asomaré a la playa con la timidez de la espuma

 CON TODO RESPETO
 Árboles mujeres y niños
son todo lo mismo: Fondo
Las voces los cariños la nitidez la alegría
este saber que al fin estamos todos
¡Sí! Los diez dedos que miro

Ahora el sol no es horrendo como una mejilla dispuesta
no es un ropaje ni una linterna sin habla
No es tampoco la respuesta que se escucha con las rodillas
o esa dificultad de tocar las fronteras con lo más blanco de los ojos

Es ya el sol la verdad la lucidez la constancia
Se dialoga con la montaña
se la cambia por el corazón
Se puede seguir marchando ligero
El ojo del pez si arribamos al río
es justo la imagen de la dicha que Dios nos prepara
el beso ardentísimo que nos quebranta los huesos

Sí Al fin es la vida Oh qué hermosura de huevo
este amplio regalo que nos tiende ese Valle
esta limitación sobre la que apoyar la cabeza
para oír la mejor música la de los planetas distantes
Vamos todos de prisa
acerquémonos a la hoguera
Vuestras manos de pétalos y las mías de cáscara
estas deliciosas improvisaciones que nos mostramos
valen para quemarlas para mantener la confianza en el mañana
para que la conversación pueda seguir ignorando la ropa
Yo ignoro la ropa ¿Y tú?
Yo vestido con trescientos vestidos o cáñamo
envuelto en mis ropones más broncos
conservo la dignidad de la aurora y alardeo de desnu­deces

Si me acariciáis yo creeré que está descargando una tormenta
y preguntaré si los rayos son de siete colores
O a lo mejor estaré pensando en el aire
y en esa ligera brisa que riza la piel indefensa

Con la punta del pie no me río
más bien conservo mi dignidad
y si me muevo por la escena lo hago como un excelente
como la más incauta hormiguita

Así por la mañana o por la tarde
cuando llegan las multitudes yo saludo con el gesto
y no les muestro el talón porque eso es una grosería

Antes bien les sonrío les tiendo la mano
dejo escapar un pensamiento una mariposa irisada
mientras rubrico mi protesta convirtiéndome en es­tiércol


BLANCURA

 Espina tú oído blanco
Mundo mundo
inmensidad del cielo calor remotas tempestades
Universo tocado con la yema
donde una herida abierta
ayer fué abeja hoy rosa ayer lo inseparable
Soy tú rodando entre otros velos
silencio o claridad tierra o los astros
soy tú yo mismo, yo, soy tú, yo mío,
entre vuelo de mundos bajo el frío
tiritando en lo blanco que no habla
separado de mí como un cuchillo
que separa dos rosas cuando nieva

MUDO DE NOCHE

Las ventanas abiertas
Voy a cantar doblando
Canto con todo el cuerpo
moviendo músculos de bronce
y sosteniendo el cielo derrumbado como un sollozo retenido

Con mis puños de cristal lúcido quiero ignorar las luces
quiero ignorar tu nombre oh belleza diminuta
Entretenido en amanecer
en expulsar esta clarividencia que me rebosa
siento por corazón un recuerdo acaso una pluma
acaso ese navío frágil olvidado entre dos ríos
Voy a virar en redondo
¿Cómo era sonreír cómo era?
Era una historia sencilla fácil de narrar olvidada
mientras la luz se hacía cuerpo y se llevaban las sangres

Qué fácil confundir un beso y un coágulo
Oh no torzáis los rostros como si un viento los doblase
acordaos que el alba es una punta no afilada
y que su suavidad de pluma es propicia a los sueños
Un candor una blancura una almohada ignorante de las cabezas
reposa en otros valles donde el calor está quieto
donde ha descendido sin tomar cuerpo
porque ignora todavía el bulto de las letras
esos lingotes de carne que no pueden envolverse con nada

Esta constancia esta vigencia este saber que existe
que no sirve cerrar los ojos y hundir el brazo en el río
que los peces de escamas frágiles no destellan como manos
que resbalan todas las dudas al tiempo que la garganta se obstruye
Pero no existen lágrimas
Vellones lana vivida límites bien tangibles
descienden por las laderas para recordarme los brazos
¡Oh sí! la tierra es abarcable y los dedos lo saben
Ellos ciegos de noche se buscan por las antípodas
sin más guía que la fiebre que reina por otros cielos
sin más norte oh caricia que sus labios cruzados


DONDE NI UNA GOTA DE TRISTEZA ES PECADO


Allá en los montes otros
cuerpo perdido mares retirados
allá en los montes otros
donde ni una pena pequeña o engendrada
se lamenta como un hilo blanco
como la brisa o barco derivando

Allá por las serenas
luces de más allá más todavía
por donde los navíos como rostros
dulcemente contraídos no llevan su pasaje
pero resbalan mudos
hasta dar en lo opaco como lienzos

Todos dormidos
mares túneles vientres y cadenas
todos respirando despacio
una tinta emitida por una boca triste

todos echando luz o pena como lana
todos aquí besando el cristal mágico

Como leche extendida
como zozobra que se aplaca
como empañado espejo que no es ojo
porque como está gris el humo es suyo
todos piedras redondas como cielo
descansan su destino tibiamente

Adiós Ruedan las dichas
ruedan penas de hierba sosegada
ese rumor blandura o esperanza
crepitan ya los ayes amarillos
que bajo el pie son aguas como espejos

Inauguran festejos las espinas
que en silencio desfilan sin herirse
estallan los contactos al pasaje
bajo nubes rizadas como adioses

Adiós
Bajo las sombras
por entre las ruinas y los pechos
tropezando en esquinas o en latidos
sombra luna pavor velando pasan
mundo
(adiós)
trasladado
(amor)
remoto


FORMAS SOBRE EL MAR


Como una canción que se desprende
de una luna reciente
blandamente eclipsada por el brillo de una boca
Como un papel ignorado
que resbala hacia túneles
precisamente en un sueño de nieves
Como lo más blanco o más querido
Así camina el vago clamor de sombra o amor
Como la dicha
Vagamente cabezas o humo
ese abandonarse a la capacidad del sueño
con flojedad aspira al cenit sin esfuerzo
pretendiendo desconocer el valor de las contrac­ciones
Si me lamento
si lloro como un traje blanco
si me abandono al va y ven de un viento de dos metros

es que indudablemente desconozco mi altura
el vuelo de las aves
y esa piel desprendida que no puede ya besarse más que en pluma
Oh vida
La luciérnaga muda
ese medir la tierra paso a paso
está lleno de conciencia
de espiras de anillos o de sueño
(es lo mismo)
está lleno de inmóvil para lo que está prohibido un corazón
Clavos o arpones
canciones de los polos
hielos de Islandia o focas esperadas
debajo por la piel que no duele y enfría
no impide el sentir
el ver dibujo
el ver corales lentos transcurrir como sangre
como respuestas
como presentimiento de formas sobre el mar

¿Son almas o son cuerpos?
Son lo que no se sabe
Esas fronteras deshechas de tocarse las dos filas de dientes
ese contacto de dos cercanías
que tan pronto es el mar
como es su sombra erguida
como es sencillamente la mudez de dos labios

Así el mundo es entero
el mundo es lo no partido
lo que no puede separar ni el calor
(que ya es decir)
lo que es únicamente no atender a lo urgente
conservar bajo cáscara cataratas de estancia
de quietud o sentido
mientras pasa ya el tiempo como nuez
como lo que ha desalojado el mar súbito a besos
como los dos labios a plomo
triste a luces o nácar bajo esteras